Yo quería amarte todos los días, enamorarme en un proceso tremendo que durara veinticuatro horas. Yo quería empezar el día siendo desconocida y que de a poco comenzara a gustarte -desde la mirada siniestra hasta la sonrisa tonta, desde la manía de colocarme el calcetín izquierdo y luego el derecho-. Yo quería que a cada segundo nos descubriéramos, y así, tan lenta como rápidamente, cada día fuéramos conquistándonos como si fuera la primera vez.
viernes, 14 de diciembre de 2012
Yo quería amarte todos los días, enamorarme en un proceso tremendo que durara veinticuatro horas. Yo quería empezar el día siendo desconocida y que de a poco comenzara a gustarte -desde la mirada siniestra hasta la sonrisa tonta, desde la manía de colocarme el calcetín izquierdo y luego el derecho-. Yo quería que a cada segundo nos descubriéramos, y así, tan lenta como rápidamente, cada día fuéramos conquistándonos como si fuera la primera vez.
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