No llegará rápido, pero sé que llegará. A veces es necesario centrarse en uno mismo para saber quién quieres ser, hacia dónde quieres enfocar tu vida. Muchas veces te planteas si realmente vas por el camino correcto, si estas enfocándote en lo que de verdad te gusta, si deberías estar haciendo mas, o menos. Puedes pecar de impaciente y agobiarte por lo que viene, pero prefiero pecar de eso a quedarme sentada a ver como pasa la vida y no arriesgarme en mis decisiones. No creo en ir a lo seguro y aferrarte a ello, creo en equivocarte e intentarlo otra vez, en implicarte al máximo en todo aquello que haces pero sin dejar nunca de querer ir a más, porque lo seguro atrae, pero la rutina consume. Así que quizás no se exactamente quien voy a ser, pero si sé quién no voy a ser, y que no va a ser la opción A, ni mucho menos la mas segura.

Si no te atreves a compartir tu tiempo con la persona que te paro el reloj desde la primera vez que la escuchaste reír, eres gilopollas. Si no eres capaz de bailar con quien te ha enseñado lo que es la música, eres un cobarde. Y el cementerio esta lleno de cobardes. Y a los muertos de miedo nadie les lleva flores.