sábado, 7 de abril de 2012

Tanto soñarte, y extrañarte sin tenerte, tanto inventarte... Tanto buscarte por las calles como loca, sin encontrarte. Y ahí va uno de tonto, por desesperado, confundiendo amor con compañía, y ese miedo idiota de verte viejo y sin pareja, te hace escoger con la cabeza, lo que es del corazón...


Te dejé en el pasado, has quedado olvidado corazón. 

El tiempo pasa y la distancia pesa, pero quiero que sepas que aún sigues siendo ese, niño mas que bello, si hablas tu me elevas, si me tocas tu me quemas, si me miras me congelas. Sólo noches en vela yo tengo desde aquel día en que la soledad dijo que ya no eras mio, que la distancia nuestro amor se lo consumía, bastaba con darse cuenta que mensajes ya no habían. Pero estoy segura, niño, que Dios junta nuestras almas al dormir para que sonrían, y se mantenga viva la fe con la esperanza, te escribo versos porque ya mis brazos no te alcanzan, miro al cielo y siento como aquellas horas pasan, pasan y no vuelven, son recuerdos del instante; créeme cuando yo digo que te quiero mas que antes, que sueño cada noche con tu mirada radiante, y entre ángeles te busco para volver a besarte, tomarte de la mano y nunca jamás soltarte, de mi vida en una parte imprescindible te formaste, entre cada tiempo en que te escuché y me escuchaste, es que simplemente, niño, tu me enamoraste. Tu amor de mi corazón no lo sacan ni con trasplante, pero el tiempo pasó y quise volver a hablarte, palabras cortantes me decían que ya no era como antes. Te fallé y tu me fallaste, pero no guardo rencor sabiendo que en el amor se comete mil y un error, simplemente nos faltó el factor comunicación, por eso le pido a Dios que tu no me olvides, en cada momento de tu vida me recuerdes, me perdones si algún día te dejé un poco triste, y sonrías cuando se acerque un día como ese... un 11 de noviembre.

Tu amor en mi es como una fiebre de la cual no quiero cura, tu no fuiste una aventura ni algo del momento, para mi seguirás siendo como agua en el desierto, bello y único entre millones de cientos. Y si esto no te llega se lo contaré al viento, para que estas letras suaves jueguen con tus cabellos, mientras miras la luna por tu ventana ahí en el cielo. Y si te cabe alguna duda, niño, aquí está la respuesta, yo te quiero y no te olvido, y esa es última respuesta. Quedarse con momentos bellos es lo único que queda, vernos para querernos pero sin que nadie viera; príncipe de mis sueños, volvería si pudiera.

Y perdón, en verdad perdón si esto llego un poco tarde, pero es que no sabía de que manera explicarte que aunque no hemos hablado, me muero por abrazarte, acariciarte, y preguntar cómo has estado, caminar por algún lado, sin miedo y de la mano. Te pido que esto, niño, no quede en vano, cierra tus ojos y vayamos a un mundo lejano, en forma de corazón y que tenga escrito un "Te amo".
Niño yo no paro de leer tus cartas, así te siento cerca cuando me haces más que falta. Yo espero con calma un día volver a verte, mientras tanto dormiré para en mis sueños yo tenerte y nunca dejarte, no importa la distancia, nunca será bastante para que mi pensamiento no pueda alcanzarte... 




No quiero que seas el hombre mas bello, no quiero que enciendas cada madrugada con un millón de estrellas. No quiero que seas un amor perfecto, ni quiero que tengas todo lo que sueño sin ningún defecto, no quiero que cambie ni un respiro en ti, quiero que cada segundo sientas que te amo así. No quiero que hagas nada diferente, quiero que me quieras como tu me quieres, como lo haces siempre. Quiero que me entiendas porque estoy aquí, y que siempre estés seguro que te amo sólo así...
Que cada beso tiene amor sincero, que no importa el mundo entero cuando tengo tu mirada frente a mi. Que cada sentimiento es verdadero, que eres todo lo que quiero, que no olvides que te amo solo a ti.


Ven, y abrázame otra vez, que no puedo dormir, me cuesta ser feliz. Sé que nada volverá, que nos faltó escuchar, que es tarde para hablar. 
Ves, aquello que se va es nuestro amor que está cansado de esperar...


Antes... antes de soñar de nuevo tengo que olvidarme de tus besos. Antes tengo que arrancar de mi memoria cada verso que empezaba con tu nombre. 

Una vez dijo que a pesar de que no estaban de acuerdo en muchas cosas, y sus diferentes formas de sentir y verse, de sus peleas y reconciliaciones, tenían algo en común. Y es que estaban locos el uno por el otro.
Y ahora quizás tampoco tienen tantas diferencias, quizás piensen de manera parecida, pero siguen teniendo algo en común. Y es que ya no se piensan por las noches. 


Se ha dado cuenta de que los besos con prisa son los más lentos. De que los cigarros que mejor saben son los que se encienden con una cerilla, y que las películas son más bonitas si llueve fuera y tienes a alguien a tu derecha. Que si le piden razones solo sabrá dar tu nombre. Se ha dado cuenta de que las pizzas están más buenas frías por la mañana, y que porque se acabe la pila del reloj, el tiempo sigue pasando. Bueno, y que se han perdido, y no quieren encontrarse. Aún sabiendo que lo harán. 

Contigo los cafés por las mañanas empezaron a saberle menos amargos. Contigo se dio cuenta de que si estaba a tu lado las mañanas se hacían más cortas y los lunes menos jodidos. Que si estaba contigo no le hacía falta agua, ni tenía frío. Ni miedo. Contigo estudiar se hacía fácil, y las tardes de domingo en invierno eran para dos. Contigo se le olvidaba dormir por las noches y que las bombillas se funden, las tartas se acaban y el amor se gasta. Contigo no le entristecen tanto las despedidas. Porque sabe que no lo son. 

Cómo planeas crear ese mundo que deseas si tu mente titubea y tu corazón no bombea. Cómo pretendes entender al mundo y a su gente, si ni a ti mismo te entiendes.. dime ¿como pretendes? Como esperás que rime, letras comunes que animen, si el mañana me consume y el presente me deprime. Tantas cosas que quiero explicarte porque lo que siento, oye, por ti es inexplicable si tan solo estuvieras aqui conmigo para hablarte, amarte, tocarte y al cielo llevarte. Pero has elegido el otro camino, amigo te entiendo, siempre estuve contigo apoyandote, y cumpliendo el destino, pero solo quiero que una cosa te guardes, no es un credo ni otra promesa que darte, es un consejo que de amiga a amigo quiero regalarte, y es que tu felicidad es parte de la mía, cumpliendo cada parte del mapa, de la complicada geografía. En todo lo que fallé un día, quiero arrepentirme y no recordar como caía, a ese vacío que poco a poco me hundía, gritando desde un lugar, que nunca pude relacionar ; VIVE LO QUE TIENES, NO MUERAS POR LO QUE NO !

Aprendi que la vida da vueltas inesperadas, también aprendí que las probabilidades de caer son mayores si das dos pasos a la vez, mas aún si no sabes por qué lo haces. Me di cuenta de los altos y bajos cotidianos, de los errores genéticos de la sociedad, de los errores que nadie se da cuenta que lo son, y viven en ellos finjiendo ser felices, pensando que todo va bien, pisando su propia mi*rda, dando vueltas sin saber que hacer.. Hoy estamos aquí, todos parados en la misma sociedad sin sentido que no nos lleva a ningun lado. Todos esperando un sí. Todos buscando alguna puerta abierta, todos tratando de encontrar la llave que abre la puerta al paraíso. La gran mayoría ignorando lo que no ven sus ojos, pensando que su mundo son ellos, girando en sus burbujas sin saber, sin comprender, sin aceptar al otro, sin aceptar la otra realidad, sin conocer la otra cara de la moneda... Todos mintiéndose a si mismos. Tú, tocándola y mintiéndote, mirándola y amándome, besandola y pensándome... Entonces dime, ¿eres feliz? piensalo bien, que la felicidad tocó mi puerta y dejo un recado para ti ... Abre los ojos. 
 

Dicen que a lo largo de nuestra vida tenemos dos grandes amores; uno con el que te casas o vives para siempre, puede que el padre o la madre de tus hijos, esa persona con la que consigues la compenetración máxima para estar el resto de tu vida junto a ella… Y dicen que hay un segundo gran amor, una persona que pierdes siempre. Alguien con quien naciste conectado, tan conectado que las fuerzas de la química escapan a la razón y te impedirán, siempre, alcanzar un final feliz. Hasta que cierto día dejarás de intentarlo. Te rendirás y buscarás a esa otra persona que acabarás encontrando. Pero te aseguro que no pasarás una sola noche sin necesitar otro abrazo suyo, o tan siquiera discutir una vez más… Todos saben de qué estoy hablando, porque mientras estas leyendo esto, te ha venido su nombre a la cabeza. Te librarás de él o de ella, dejarás de sufrir, conseguirás encontrar la paz (le sustituirás por la calma), pero les aseguro que no pasará un día en que deseen que estuviera aquí para perturbaros. Porque, a veces, se desprende más energía discutiendo con alguien a quien amas que estando con alguien a quien aprecias.

Llévate la luna, no me sirve ya. Llévate el invierno, que me puedo congelar. Y llévate las horas, para no extrañar. Llévate la playa, porque no te quiero recordar.
Toma las mañanas, ya no vas a estar. Toma la ventana, que no te quiero esperar. Y toma esta sonrisa, la ultima del mes. Vete más a prisa, que me duele mucho, ¿que no ves? 

Es un cielo claro, una gran tormenta. Es un jorobado, una cenicienta. No entiende de razas, tampoco de clases. A veces el techo, a veces la base. Es la medicina, es la enfermedad. Un poco de cordura y de insanidad. Algo de tristeza y de felicidad. Pero la verdad, me atrevo a decirlo, es que nunca nadie pudo definirlo ni nadie podrá.
Es un mar profundo, es un gran desierto. Suele ser verdad aunque a veces no es cierto. Tanto predecible como sorpresivo. Puede estar aunsente pero andar contigo. El mejor oyente cuando nadie opina. Varias aventuras, algo de rutina. Tanta inexperiencia y tanto que ha vivido. Cuando está presente, como que se ha ido. No toca la puerta, pero es bienvenido y siempre lo será. Suave como el aire, denso como el humo. Es igual a todos, no es como ninguno. Sueño de un mañana, recuerdo de un ayer. Un olor a tabaco, aroma de mujer. Una nube inmensa, que cuando esta lejos se siente cerca o viceversa. Tu lo conoces pero no lo sabes, es tú mejor amigo aunque mal te pague.


Así es el amor.

Pensé que no lo volverías a hacerlo. Me hace gracia, en serio, por primera vez me has sorprendido. Indirectamente creo que te reté a hacerlo, y tú me retaste a que me equivocase. Pero ahora voy a ser yo la que te rete a equivocarte.
Mete la pata, jódelo todo, cómprate un billete avión de ida sin vuelta. Rompe las reglas, haz el ridículo, deja todo por alguien, miente. Quiere. Y después vuelve a equivocarte. Conoce, viaja, pasa de mi por un tiempo. Ódiame. Acuestate en muchas camas, pero amanece solo en la tuya. Piensa que a veces el caos es un arte. Escríbeme. No creas a nadie. Creete todo. No te cases. Pero aprende de todo eso. Y después vuelve... Y rétame a quererte. 

viernes, 6 de abril de 2012

No le importa que se vaya de allí, es más será la persona que más se alegrará cuando lo haga.

Él sonríe, y le mira, y le abraza. La cabeza de ella encaja perfectamente con su cuello.

Ahora vuelven a sonreír y se separan. Ella se pone de puntillas, se acerca a su oído. sin apenas voz y con los ojos cerrados, le dice muy bajito que por favor no se vaya a ir, al menos de su vida.


Sabes esa sensación, esa en la que te acercas y llegas casi a tocarme, gritándome todas las cosas que han dado vueltas en mi cabeza durante tanto tiempo, pero a la misma vez sigues lejos, llevándote lo poco razonable que podría quedarme. Nunca seré capaz de leer la mente pero créeme, las cosas del corazón saltan a la vista por más que las tratemos de ocultar, o por lo menos eso afirman los rumores. Mientras tanto no hago más que hacer y deshacer maletas, tratando de llevarme sólo lo necesario, poco equipaje que lo demás se consigue en el camino. Voy enredando y desenredando los hilos que cosen mis días. Aguantando tardes soporíferas, sueños que tardan en aparecer, miedo a todo lo que va cambiando alrededor, y también miedo a la estabilidad de ciertas cosas. Pero ya sabes, nunca quise cerrar la ventana del todo y dejo ese resquicio por el que se cuela el aire, y quién sabe si algo más... 


Creo que si me preguntaras el momento en que volví a sonreír, te lo contaría juntando todos los detalles. Te podría decir que el cielo estaba gris, que no había estrellas aunque si miles de deseos, que la brisa era fría, que la música inundaba las calles, que podía escuchar cada palabra y descubrir mil cosas ocultas detrás de cada una. Que me fui a dormir tomando decisiones que me mataban de miedo, pero a la vez me hacían sentir algo que no podría escribir. Si me preguntaran ahora, diría que el tiempo no ha pasado, y que no soy capaz de encontrar las mismas cosas ni aunque recorra millones de kilómetros. Que hay tantas manos y tantas caricias, pero el aire siempre se acaba llenando de palabras vacías, de gestos que empiezan a inundarte, pero acaban todos en lo mismo. Yo necesito ese complemento que de gas a mis alas, el ingrediente secreto que se esconde debajo de tu almohada, ¿lo entiendes ahora?.

© its now or never
Maira Gall