viernes, 14 de diciembre de 2012

Un día te despiertas a su lado y con los primeros rayos de sol entrando en la habitación, le miras y podrías estar así toda tu vida. Porque en esos momentos no te das cuenta de lo especial que te sientes a su lado, sino que te das cuenta cuando te despiertas solo y es ahí cuando la echas de menos y lo único que quieres es despertarte a su lado, que te arrincone en tu lado de la cama, que mueras de calor, pero eso si a su lado.

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Maira Gall