miércoles, 28 de noviembre de 2012


Y da igual todo lo demás, porque cuando recuerdas la primera vez que le viste, supiste que podría haber 50 tanques impidiéndote el paso, que tú vas a luchar por él. Que te enfrentarías a un ejército entero por verle en el último segundo de tu vida. Una colonia de mariposas habita en tu interior e impide que las palabras puedan salir de tu boca, pero al fin y al cabo son esas palabras las que no vale la pena decir. Guerras continuas, cabeza-corazón, en las que lo único que ganas es un dolor de cabeza y unas lágrimas a punto de pasearse por tu rostro. Indomables celos traicioneros, siempre pudistéis más que yo. En las más duras de las batallas habéis podido salir victoriosos. Llegados a este punto el "ya no lo quiero" o "ya no estoy enamorada" es la frase más inútil que puede salir de tu boca. Dispuesta a andar kilómetros como un perro abandonado en busca de su dueño, abandonada como una perra en busca de alimento. Sientes ese primer beso con total similitud en cualquier momento. Has perdido la batalla sin saber si ya has perdido la guerra, porque eso que dicen de que "todo vuelve" se repite una y otra vez. Volverá, de eso estoy segura.


No me culpes si me quedo como tonta, esperando que aparezcas por esa puerta.


El destino une y separa a las personas, pero no existe ninguna fuerza que sea tan grande que haga olvidar a las personas que, por algún motivo, algún día nos hicieron felices, quizás por esa razón, no soy capaz de olvidarte o quizás es que nunca lo intenté de verdad.

© its now or never
Maira Gall