Cuando te encuentras ante dos opciones y tengas que elegir, lanza una moneda al aire. Es un truco que siempre funciona y no sólo porque te saque de dudas, sino porque en ese breve momento en el que la moneda está en el aire, de repente sabes qué cara quieres que salga.

Hola vengo a hacerte feliz, con mis estupideces, con mis bromas, con mi ternura, mis locuras, mis enojos, mis caprichos.
Todo mi amor.

No puedo pedirte que me quieras como antes, que me cuentes tus secretos más oscuros como cuando confiabas en mí pero hoy me atrevo a pedirte que bailes conmigo. Que me tomes las manos y las coloques tras tu cuello, que sin verguenza, pongas tus manos en mi cintura. Estoy segura de que no olvidaré esta pieza, esta canción que suena de fondo como testigo de nuestras miradas. Se ha terminado. Y no se si llorar, no se que se supone que uno hace en estos momentos. Me dedicas una media sonrisa, ahora se que tampoco sabes que decir o hacer. Somos tan inexpertos. Pero te quiero tanto, por los viejos tiempos, e incluso por este momento, porque te prestas a mis brazos aunque ya no seas más mío. De pronto espero que este tema dure más que esos tres minutos finitos. No he tenido suficiente de ti. No he tenido suficiente de tus manos, de tu cuerpo, de tu alma, de tus risas. Nunca me cansaré de tus hábitos matutinos, ni de ver como te desplazas de un trecho a otro. Me sujetas más fuerte, y me presionas contra tu cuerpo contraído. Se que estás conteniendo la respiración, que esto duele más de lo previsto. Apoyo mi cabeza en tu pecho, y escucho tu corazón agitado, ese corazón que fue mío un tiempo atrás. En silencio, por dentro, estoy llorando como una niña. Te relajas, y te apartas un poco, se que se han terminado los tres privilegiados minutos. "Siempre te querré, lo sabes, verdad?", me besas en la sien y me sueltas. A lo lejos te veo voltear, se que lo harás.

Perdiste los trenes que llevaban a otras estaciones que no eran la suya, y te deshiciste los nudos de no tenerle cerca, porque el tiempo era ese amigo que te traicionaba por la espalda y no sabías cuando podía volver a pedirte perdón. Intentando olvidar recordabas sus palabras que resonaban en tu cabeza y no supiste matar, quizá eran demasiado bonitas como para dejarlas morir y te negabas a olvidar esos abrazos que te llevaban a un lugar mejor, un lugar que estaba en alguna parte de su cuerpo y que se medía en lunares. Olvidar era una opción pero no una realidad, porque a él quién le mandaba romperte los vértices que habías cosido a base de lágrimas, quién le mandaba ponerse a tocar esa canción y hacer como que no pasaba nada, como si el mundo no se derrumbara cuando canta, como si eso de que el tiempo cura fuera cierto, como si no gritaran al otoño los inviernos pidiendo algo de ropa.

Hay palabras que cuestan más que otras, algunas se escapan y fingen no haber existido nunca, otras se quedan a vivir dentro de nosotros, por miedo a salir y no volver jamás. Algunas hieren, quieren, duelen y mueren. Nos enseñan que el tiempo es sólo una más entre un millón, que las que hieren se curan con canciones y que las que no mueren te acaban matando. Que pueden ser balas sin necesidad de pistola y hacerte sentir frío a treinta grados. Algunas se las lleva el viento pero al final siempre eres tú el que se queda con las que más me cuestan.

Imagínate que no nos olvidamos, imagínate que todo fue diferente, imagínate que ella no te puso la zancadilla y que yo no estuve ahí para salvarte. Imagínate que solo nos cruzamos en el momento exacto, el oportuno y nos pusimos a compartir libros y chocolate, la vida y la música que viene a ser lo mismo. Y nos salvamos los dos, el uno al otro, mitad y mitad para no soltarnos nunca; que las cuerdas se nos habían unido bien, bonitas, no con mil nudos que terminan ahogando. Imagínate que conseguimos volar aprendiendo a caer, lloviendo por no llorar. Que cuando tú estabas a mil canciones de mí, yo seguía bailando contigo, imagínatelo.

Algunas personas dicen, 'ya fue, olvídate'. Pero ellos no saben que todas las noches te quedaste hablando horas con esa persona, que saben ellos de la felicidad que te genera un simple mensaje, que te diga hola, que te llegue una notificación suya. Que saben ellos de lo mal que te sientes cuando está hablando con otra persona, cuando sientes que tiene algo mejor, que te REEMPLAZA.Que saben lo que se siente mandarle un mensaje, e imaginar mil cosas, la angustia que te da cuando le da me gusta a las cosas de otra persona, QUE SABEN DE LA RABIA QUE TE DA CUANDO APARECE UNA PERSONA Y LOGRA ARRUINAR TODO LO QUE TENÍAN HASTA EL MOMENTO. Qué mínima idea tienen ellos lo que es llorar por amor, que saben lo que sientes, que saben ellos de lo que es estar enamorado, que saben de dar TODO por una persona, por el simple hecho que esté feliz .

Aprenderás que las verdaderas amistades continúan creciendo a pesar de las distancias. Que no importa qué tienes, sino a quién tienes en la vida. Que los buenos amigos son la familia que nos permitimos elegir. A rodearte de personas por las que te apetezca dedicarles un minimo de tiempo, de personas por las que te sientas querida y a las que quieras con un amor que sea incapaz de medir con palabras.

"Oye, puede que no seas algo perfecto, ni alguien perfecta, puede que ni siquiera te acerques a la perfección. Realmente, ¿qué coño es eso? Y… ¿quién coño quiere algo perfecto? Si ya sé que se te olvidará casi siempre darme los buenos días por las mañanas. Sé que nunca vas a decirme exactamente lo que quiero oír. Seguramente tendré que repetirte las cosas cien veces y aún así no las recordarás. Me vas a hacer ponerme nerviosa y gritar. Jamás se te va a ocurrir aparecer en la puerta de mi casa. Y por supuesto que no tienes ni idea de provocar un amanecer. Y qué importa si no entiendo ni la mitad de lo que dices, si cruzarme contigo no es lo mejor que me ha pasado en la vida, pero se acerca"

Sonríe, muestrate feliz, sino todos te pasan por encima. Ríete, disfruta, no tienes la edad suficiente como para permitir aburrirte. Conoce, investiga todo, no les des el gusto a los demás de conformarte con escuchar sus propias experiencias. Equivócate, caete mil veces en el mismo lugar, date el permiso de descubrir el mundo tu solo. Ayuda, escucha a los demás, no sabes cuando vas a ser tu el que necesites un consejo. Piensa, entiende, pero no le tengas miedo a los impulsos. Excede, sobrepasa, vive cada minuto.

Por que siempre tenemos miedo a cometer el mismo error, miedo a recordar lo que pensamos que esta olvidado, miedo a volver a mirarle y volverte a enamorar después de todo... miedo a no haber aprendido la lección... pero no podemos hacer nada cuando el propio miedo es nuestra propia felicidad.

Creo que cuando me dicen que el tiempo es quien me va a curar, pienso que no sería el tiempo, sino un milagro quien lo hiciera. Creo que la vida me ha azotado tan fuerte que me he hecho de acero, de piedra, con el corazón siempre envuelto en papel transparente. Creo que alguna vez creí en princesas con tacones de cristal, en hadas que conceden deseos, en príncipes más azules que el cielo. Creo que algún día me convenceré de que no sé muy bien a donde voy, pero llegaré.

Te miro, me muero, te observo y te quiero. No hay que hablar, te siento y busco tus sueños. Si te vas se acaba, se borra mi tiempo, tus manos se mueven y yo me someto. Tu voz va, yo vuelo y no encuentro el suelo. Tus ojos me miran y todo da vueltas. Tengo mil razones para darte todo, y hace una hora que yo te conozco.

Crecí, ahora me enamoro y sufro por hacerlo. Ahora hay gente que no me habla porque no soy como ellos. Ahora veo como se nos considera menos por ser mujeres. Ahora veo como cuesta encontrar un amigo que no te critique por detrás, que de verdad este para todo, veo como todos quieren un amigo pero pocos se esfuerzan en ser uno. Ahora veo como la gente duerme en la calle y no tiene ni que comer, mientras otros viven en casas que muchos no podrían pagar ni aún juntando el dinero de toda su familia, durante toda la vida.

Para que la vida no te pese tanto, haré una maleta con tus desencantos y la mandaré de viaje muy lejos, para que las penas no nublen el cielo. Para que la risa te brille de nuevo, pintaré las tardes de un azul intenso y ataré un rayo de sol en tu pelo, para que no temas al frio en invierno.

Sí, soy de esas que se mueren por darte un beso pero jamás lo admitiría, de las que nunca muestran debilidad delante tuya. De esas que parece que pasan; pero en realidad se preocupan, de las que se quedarian mirandote toda la noche pero apartan la mirada con indiferencia. De esas que te quieren; pero no lo demuestran. Sí, de esas que nadie recomienda.

Kurt Cobain.

Para Boddah:

Hablando como el estúpido con gran experiencia que preferiria ser un charlatán infantil castrado. Esta nota debería de ser muy fácil de entender. Todo lo que me enseñaron en los cursos de punk-rock que he ido siguiendo a lo largo de estos años, desde mi primer contacto con la, digamos, ética de la independencia y la vinculación con mi entorno ha resultado cierto. Ya hace demasiado tiempo que no me emociono ni escuchando ni creando música, ni tampoco escribiendola, ni siquiera haciendo Rock'n'Roll. Me siento increiblemente culpable. Por ejemplo, cuando se apagan las luces antes del concierto y se oyen los gritos del publico, a mi no me afectan tal como afectaban a Freddy Mercury, a quien parecía encantarle que el público le amase y adorase. Lo cual admiro y envidio muchisimo.

 De echo no os puedo engañar, a ninguno de vosotros. Simplemente no seria justo ni para vosotros ni para mí. Simular que me lo estoy pasando el 100% bien sería el peor crimen que me pudiese imaginar. A veces tengo la sensación de que tendría que fichar antes de subir al escenario. Lo he intentado todo para que eso no ocurriese. (Y sigo intentándolo, créme Señor, pero no es suficiente). Soy consciente de que yo, nosotros, hemos gustado a mucha gente. Debo ser uno de aquellos narcistas que sólo aprecian las cosas cuando ya han ocurrido. Soy demasiado sencillo. Necesito estar un poco anestesiado para recuperar el entusiasmo que tenía cuando era un niño. En estas tres últimas giras he apreciado mucho más a toda la gente que he conocido personalmente que son fans nuestros, pero a pesar de ello no puedo superar la fustración, la culpa y la hipersensibilidad hacia la gente. Sólo hay bien en mí, y pienso que simplemente amo demasiado a la gente. Tanto, que eso me hace sentir jodidamente triste. El típico piscis triste, sensible, insatisfecho, ¡Dios mio! ¿Por qué no puedo disfrutar? ¡No lo sé! Tengo una mujer divina, llena de ambición y comprensión, y una hija que me recuerda mucho a como había sido yo. Llena de amor y alegría, confía en todo el mundo porque para ella todo el mundo es bueno y cree que no le harán daño. Eso me asusta tanto que casi me inmoviliza. No puedo soportar la idea de que Frances se convierta en una rockera siniestra, miserable y autodestructiva como en lo que me he convertido yo. Lo tengo todo, todo. Y lo aprecio, pero desde los siete años odio a la gente en general... Sólo porque a la gente le resulta fácil relacionarse y ser comprensiva. ¡Comprensiva! Sólo porque amo y me compadezco demasiado de la gente.

Gracias a todos desde lo más profundo de mi estómago nauseabundo por vuestras cartas y vuestro interés durante los últimos años. Soy una criatura voluble y lunática. Se me ha acabado la pasión. Y recordad que es mejor quemarse que apagarse lentamente.

Paz, amor y comprensión.

Kurt Cobain

Frances y Courtney, estaré en vuestro altar.

Por favor Courtney, sigue adelante, por Frances, por su vida que será mucho más feliz sin mí. Los quiero. ¡Los quiero!

Batallas diarias con nosotros mismos, con nuestros miedos, con la incertidumbre, con lo que sentimos, con lo que nos mata, o lo que nos detiene, hay que luchar diariamente, revestirse, prepararse para la guerra y seguir, aunque duela, aunque se nos desgasten las armaduras, seguir, porque en esta lucha diaria estar vencido no es opción.

Vivimos en un país en donde te pagan por armar polémicas todas las semanas, pero no te pagan por salvar una vida que pudo morir en in incendio.

Y se muy bien que no estarás. No estarás en la calle, en el murmullo que brota de la noche de los postes de alumbrado, ni en el gesto de elegir el menú, ni en la sonrisa que alivia los completos en los subtes ni en los libros prestados, ni en el hasta mañana. No estarás en mis sueños, en el destino original de mis palabras, ni en una cifra telefónica estarás, o en el color de un par de guantes o una blusa.
Me enojaré amor mío sin que sea por ti, y compraré bombones pero no para ti, me pararé en la esquina a la que no vendrás y diré las cosas que sé decir y comeré las cosas que se comen y soñaré los sueños que se sueñan. Y se muy bien que no estarás ni aquí dentro de la cárcel donde te retengo, ni allí afuera en ese río de calles y de puentes. No estarás para nada, no serás mi recuerdo y cuando piense en ti pensaré un pensamiento que oscuramente trata de acordarse de ti.

Doy gracias a mi gente por entender, que nunca hice esta mierda por vender. Siempre tuve algo por lo que luchar, y si no lo tuve lo pude inventar.

Porque el camino esta lleno de piedras, pero es el camino a seguir. Por muchas veces que me caiga al suelo, yo me levanto y sigo aquí. 

Y que digan de mi lo que quieran, y quien quiera que venga a por mi. Por muchas veces que me caiga al suelo, yo me levanto y sigo aquí. 

Yo me levanto y sigo aquí.

No me despiertes cuando vengas
Y no me hables al oído
Ya no me sirven tus palabras
Apague el sueño demasiado temprano...

Tengo la manía de hacerlo todo de golpe. De pensar en el momento, de olvidarme de lo que viene después. El vicio de gesticular mucho cuando hablo y el de confiar a la mínima. El de decir lo que pienso sin reparo alguno. El vicio de no parar hasta caerme, o hasta que consigan pararme. El de cantar en la ducha la canción más penosa del mundo, o el de arriesgar al máximo con los bordillos de las aceras. El de querer a alguien al límite. También tengo el vicio de equivocarme, de cometer errores que son difíciles de reparar. Pero sobre todo, mi mayor vicio es el de sacar el lado bueno de todo; y sí, sé que un optimista es un pesimista mal informado, pero a veces es mejor dejar que algunas cosas 'pasen por alto', hacer la vista gorda. Lo siento, se que he dicho que tengo vicios, pero no problemas. Ahora piensa lo que quieras.

Un instante mientras los turistas se van...
Un tren de madrugada consiguió trazar
la frontera entre siempre o jamás.
Dejarse llevar suena demasiado bien,
jugar al azar; nunca saber donde puedes terminar...

Me han dicho que los hombres actúan según lo que creen y sienten, y que hablan sabiendo lo que dicen, diciendo lo que quieren decir, sin vueltas. A mi me cuesta creer que vos seas así. Me cuesta creer que todos están en la misma bolsa y que se manejan por los mismos principios. Pienso que quizás si quisiste irte, que te fuiste siendo consciente de tus actos, que cuando dijiste ese 'no te quiero' duro y seco, como si no me conocieras y no te importara, querías decir eso, de esa forma, sabiendo que me lastimabas. Se me enredan las ideas. No, quizás simplemente querías hacerme creer con plena convicción que no me querías porque creías que no me hacías bien. No, no, tengo que entenderlo, lo dijiste porque realmente lo sentís así. Me rebosa una lágrima, no puedo contenerla aunque quisiera dejar de dedicarte estos llantos espasmódicos que parten mi corazón y llegan a mis ojos. Debería limitarme a creer en eso de que los hombres son más simples de lo que parece, que nosotras las mujeres somos las que le damos vuelta a las situaciones, a las palabras, a los gestos. Sí, es verdad. Es que es difícil dejarlo así, esta sensación de que algo se perdió, y que ya no se puede recuperar. Sí, sí, entonces también quisiste decir y hacer todo lo que me hizo bien. Me refrego las lágrimas, tengo que dejar de buscar una buna excusa que te justifique por todo el daño que me has hecho. Debería hacer tantas cosas y dejar de hacer tantas otras como quererte como si nada.

No se por qué, imaginé, que estábamos unidos.. y me sentí mejor.

No se por qué, imaginé, que estábamos unidos.. y me sentí mejor.

El mundo está en manos de quienes tienen el coraje de soñar
y de correr el riesgo de vivir sus sueños

En el fondo hay cosas que nunca llegarás a decir por miedo. En realidad todos somos un poco cobardes cuando se trata de decir algo que nos importa demasiado.Que las cosas que importan de verdad,son las que se dicen con una mirada, un gesto, una sonrisa... Hasta hay veces que sin tener lo que quieres, te da miedo perderle  Pero no vale la pena forzar las cosas, todo ocurre cuando menos te lo esperas, como por arte de magia, para bien o para mal, te das cuenta de que nada depende de tí, que también depende de otros, eso hace que la vida sea tan curiosa.Que las cosas no tienen valor por sí solas, serán importantes en la medida que tú les des importancia.

Un día, sin darme cuenta elegí que tu olor era el que mejor le sentaba a mi ropa y a mis manos y elegí tus besos y tu voz. Elegí tener paciencia y darte todas mis oportunidades, quedándome con tus manías, tus defectos y tus miedos. Elegí perdernos en cualquier lugar del mundo, elegí también tu respiración en mi oreja al dormir, y en cualquier zona de mi cuerpo, elegí ir lento, y sentir la pasión a gran escala, elegí no ponernos límite.
Pero lo que hoy decido es que nunca se me olvide el brillo de tus ojos, el tacto de tus manos y el olor de tu cuello, que nunca se me olvide cuanto me importas, la falta que me haces, lo bien que me sientan tus abrazos, y lo mucho que me gustan tus besos. Pero sobre todo, he decidido que nunca se me olvide decirte cuanto te quiero.

Esos besos raros, besos con historia, besos que tardan en llegar o besos que no llegan nunca. Para mí los imposibles de olvida son los besos inesperados.

Los besos transforman todo, son como una barrera, un muro que cruzas sin saber que te vas a encontrar del otro lado. Se te acelera el pulso como si el beso fuera la represa que se abre para dejar que un río de sensaciones te recorra. Los besos no se dan con la boca, los besos se dan con todo el cuerpo. Los besos se dan con la memoria.

Los besos son puentes que unen territorios imposibles, son la prueba que nuestra alma necesita. Hay besos que no deseas, o no esperas, pero que llegan y no te sorprenden. Lo que te sorprende tal vez es que no sabes cómo ni por qué, pero te empieza a gustar. Eso sí que es inesperado.

Siempre cometo el error de pedir más y cuando pido más es cuando me quedo sin nada.

Quería recorrer infinidades de kilómetros y que todo lo que fuese dejando tras de mi, se borrara instantáneamente a penas mi pie avanzara un paso mas.
Era ilógico llevarte conmigo siempre, era un recuerdo que no estaba dispuesta a cargar un día mas en mi maleta. Ya pesabas, sobre todo en el corazón. Pero tu, no parecías comprenderlo. Aunque debo aceptar que soy yo quien no comprende nada y de eso no hay duda.

Ya perdoné errores casi imperdonables, traté de sustituir personas insustituibles, de olvidar personas inolvidables.
Ya hice cosas por impulso, ya me decepcioné con algunas personas, mas también yo decepcioné a alguien.
Ya abracé para proteger, ya me reí cuando no podía, ya hice amigos eternos.
Ya amé y fui amado pero también fui rechazado, ya fui amado y no supe amar.
Ya grité y salté de felicidad, ya viví de amor e hice juramentos eternos, pero también los he roto y muchos.
Ya lloré escuchando música y viendo fotos, ya llamé sólo para escuchar una voz .
Ya me enamoré por una sonrisa, ya pensé que iba a morir de tanta nostalgia y ...

Tuve miedo de perder a alguien especial (y termine perdiéndolo) pero sobreviví.
Y todavía vivo.
No paso por la vida.
Y tú tampoco deberías sólo pasar ...
VIVE!!!

Bueno es ir a la lucha con determinación
abrazar la vida y vivir con pasión.
Perder con clase y vencer con osadía, por que el mundo pertenece a quien se atreve y la vida es mucho más para ser insignificante.

  Ahora ya tengo en quién pensar al dormir y al despertar, tengo a alguien que no piensa que mi existencia es errónea, alguien que me ayuda a descubrir porque es lindo vivir.

Te cansaste de intentar. Pero sigues allí, porque hay algo que te susurra todos los días, que las cosas algún día van a cambiar.

El hombre se convierte en lo que el cree de el mismo. Si yo me mantengo diciendo a mi mismo que no puedo hacer cierta cosa, es muy probable que termine convirtiéndome en un incapaz de hacerlo. De forma contraria, si yo tengo la creencia de que yo puedo hacerlo, yo seguramente voy adquirir la capacidad de hacerlo inclusive si yo no pude hacerlo en el principio.

- Mahatma Gandhi

Quisiera ser dueña de mis sentimientos, decidir quién merece y quién no mis te quieros. Es imposible, lo sé. Sólo olvidar alivia el dolor, pero nunca se olvida si el corazón quiere de verdad, ni siquiera la distancia ni el tiempo pueden desvanecer un sentimiento tan profundo, lo único que se puede hacer entonces es dar todo el amor a los que están cada día, no guardar amor para quién no está, para quién no volverá. Pero siempre pasa, cuando dejas de sentir ese nudo que te ahoga, vuelve.

Cuando creas que todo está perdido, cuando tu ánimo decaiga, sigue, porque solo si sigues descubrirás que la felicidad estaba más cerca de lo que pensabas. Porque cuando menos te lo esperas, es cuando llegan las mejores cosas, cuando no buscas nada en especial, cuando no lo piensas y lo sientes, entonces se hace realidad. No hacen falta cartas repletas de costosos regalos para ser un poco más feliz, solo llenar el corazón de buenos deseos, de esos que hacen vibrar el alma.

Intentas olvidarle  digo que lo intentas porque nunca se consigue, y mientras quieres creer que los recuerdos duelen menos, llega el destino y te lo impide. Dicen que el destino de cada uno está marcado, que hagamos lo que hagamos siempre sale ganando. Espero que mi destino seas tú, que hayas vuelto a mi vida para quedarte. No voy a pedir que esto sea perfecto, sólo que sea real.

Es absurdo tenerte en mi mente minuto sí, minuto también, es absurdo no haberme dado cuenta de que lo que sentía era más fuerte que mi orgullo. Yo, he intentado que te des cuenta que por ti me trago el orgullo, que por ti perdono el pasado, pero para ti no ha sido suficiente, ni siquiera has sido capaz de pedir perdón por todo el daño que me has causado. Nosé si algún día la vida nos volverá a unir, pero quiero vivir en paz, si no tienes que ser para mi, pido a la vida que no me haga esclava de un te quiero que nunca llegará.

"Si tanto te cuesta amar, si para tí no es más que placer, no deberías volver a pasar la noche con una mujer que este enamorada de tí. Le romperás el corazón".

A veces tan sencillo y otras tan complicado, a veces tan cariñoso y otras tan hermético, a veces me deseas y otras te soy indiferente, a veces me ilusionas y otras muchas veces me hundes.
Pero yo sabía que esto no iba a ser fácil, que funcionas de un modo diferente y que por ello no puedo juzgarte o cortarte por la misma capa que lo haría con otros.
Esto va a ser muy complicado, pero merece la pena.

He viajado, he conocido personas, ciudades, momentos y lugares hermosos.
Pero reconozco que no he visto nada más hermoso que a ti tumbado en aquella cama desnudo, sonriéndome y mirándome con aquellos ojos azules que deslumbrarían cualquier palacio renacentista.

Lo peor de todo fue pensar que después te quedarías, que vendrías a buscarme, que no me dejarías ir, lo peor de todo es que en lo más profundo de mi ser había apostado porque este año y medio no hubiera sido en vano, porque algo hubiera aportado en ti, lo peor de todo fue darme cuenta de que solo fui dos noches repartidas en un año, y año y medio de idas y venidas sin calar en ninguna parte de ti, cuando a mi cada sitio que mire me sigue recordando a ti.
Lo patético es que para ti yo solo haya sido puro y simple placer y para mí tu hayas sido el amor más profundo y verdadero que he sentido y que probablemente sentiré.

Cuando te veo me quedo sin palabras.
Y tu te quedas como si nada hubiese pasado.
Tu no entiendes lo que siento, yo no te puedo explicar que es lo que siento.

Solo nos queda esperar, jugar con la soledad a oscuras hasta que llega otra figura que nos cura.

Te juro que a veces te quiero y te juro que a veces me juro que cojo y me voy por esa puerta a ese mundo vacío sin ti.

Te juro que a veces te miro, me derrito sólo de pensar en dormirme a tus pies como un perro bueno y despierto y te muerdo la mano.

Y el caso es que a estas alturas ya sabemos lo que hay. Sé que siempre voy a quererte, aunque a veces solamente quererte borrar, quererte borrar, quererte borrar…

Te juro que a veces soy viejo y te juro que a veces me vuelvo el crio que fui. Igual de idiota, y de inmenso, y luego envejezco de nuevo.

Te juro que a veces soy bueno y ya sabes que a veces soy un verdadero cabrón y me sorprendo si me encuentro haciéndote daño.

Y el caso es que a estas alturas ya sabemos lo que hay. Sé que siempre voy a quererte, aunque a veces solamente quererte borrar, quererte borrar, quererte borrar… Y otras veces quererte borrar, quererte borrar…

Y si tengo que confesar... he de decirte que me duermo todas las noches imaginándote a mi lado. Si tengo que confesarte... te he escrito millones de cartas, contándote todo lo que pasa por mi cabeza, todo lo que pasa dentro de mi corazón... y nunca te las he enviado. Si tengo que confesarte, te diré que verte sonreír es lo más bonito que he visto en toda mi vida. Si tengo que confesarte, tendré que decirte que pienso luchar contra viento y marea para poder estar algún día a tu lado. Entregarte todas mis cartas, entregarte mi corazón en mano. Y dormir contigo por las noches. Si he de confesarte... nunca he luchado antes. Pero por ti cariño, por ti... derribo muros. Nado océanos. Salto las distancias. Mato las malas lenguas. Por ti, por ti, he de confesarte... por ti, lucharía toda la vida.

Y el gran problema es que no sé qué es lo que tú quieres, es más, me atrevería a decir que ni tú mismo sabes lo que quieres. Todo sería más simple si supiéramos. Yo podría darte lo que tú deseas, sin cuestionarme todas las posibles consecuencias cada vez que voy a mandarte un estúpido mensaje de texto o cuando, simplemente, tengo ganas de besarte en plena calle. Pero no sé qué es lo que tú buscas: cuando me acerco demasiado, te asustas. Cuando me alejo un poco, te decepcionas.
Dime qué es lo que debo hacer. Dímelo y yo me aferraré a ello, evitando desvariar, evitando falsas ilusiones, evitando darle alas a mi corazón para volar y que termine roto en mil pedazos.