Si pudiera crear aquél mundo donde la distancia no fuera un impedimento para amar, quisiera que me acompañaras a aquél lugar donde se reúnen nuestros sueños.
Si aquél aire que respiramos es el mismo ¿Por qué nuestras esperanzas se desvanecieron?
Si todo el dolor se resumiera en una palabra podría explicar el pesar de mi alma y así liberarte de la angustia, como aquél día en que juramos amarnos para siempre.
Si entendieras que el día ya no brilla con el sol y que las noches perdieron sus estrellas, quizás encontrarías aquella respuesta que buscas.
¿Dónde estás cuando te necesito tanto?
Las olas ya no se estrellan contras las rocas, las hojas ya no caen de los árboles en otoño y el color de tus ojos dejó de cegar mi mirada.
Sólo queda el sonido constante en mi mente, aquél que no me deja descansar.