Ella camina a paso firme, con la cabeza bien alta, con la mirada al frente. Por dentro esta desecha, pero no va a dejar que eso se refleje.
Tiene los ánimos por los suelos, pero lo soluciona con tacones altos.
La vida le da la espalda, pero ella continúa.
No le apetece, pero sonríe, porque el tiempo pasa deprisa. Y si ella no lo hace, nadie lo hará por ella.
domingo, 21 de julio de 2013
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