Hay palabras que cuestan más que otras, algunas se escapan y fingen no haber existido nunca, otras se quedan a vivir dentro de nosotros, por miedo a salir y no volver jamás. Algunas hieren, quieren, duelen y mueren. Nos enseñan que el tiempo es sólo una más entre un millón, que las que hieren se curan con canciones y que las que no mueren te acaban matando. Que pueden ser balas sin necesidad de pistola y hacerte sentir frío a treinta grados. Algunas se las lleva el viento pero al final siempre eres tú el que se queda con las que más me cuestan.
jueves, 31 de enero de 2013
Hay palabras que cuestan más que otras, algunas se escapan y fingen no haber existido nunca, otras se quedan a vivir dentro de nosotros, por miedo a salir y no volver jamás. Algunas hieren, quieren, duelen y mueren. Nos enseñan que el tiempo es sólo una más entre un millón, que las que hieren se curan con canciones y que las que no mueren te acaban matando. Que pueden ser balas sin necesidad de pistola y hacerte sentir frío a treinta grados. Algunas se las lleva el viento pero al final siempre eres tú el que se queda con las que más me cuestan.
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