domingo, 24 de marzo de 2013

En ocasiones nos gusta convencernos de que todo va bien aunque el mundo a nuestro alrededor se esté derrumbando. Preferimos cerrar los ojos y continuar ciegos dejando que otras personas o incluso nuestro propio instinto nos guíen. A mí me gusta imaginarme una vida alternativa formada por las decisiones que nunca tomé, los actos de valentía que perdieron con mis miedos. ¿Qué habría pasado si en vez de elegir a mis amigos de ahora hubiese escogido a otro grupo? ¿Qué si me hubiese declarado a él cuando estábamos sólos? Demasiadas preguntas sin resolver, y al final, nunca encuentran una respuesta. ¿Son nuestras acciones las que crean nuestro futuro o hay un destino preescrito que no podemos modificar? ¿Creer en el destino es creer en la suerte? Es verdad que en ocasiones nos surgen cosas que no sabemos explicar. Un conjunto de casualidades que hiladas forman un camino hacia un fin al que queremos llegar, o no. Puede que nuestro sino sea sufrir, o puede que sea maravilloso. Puede que podamos elegirlo, pero entonces, ¿es posible escoger nuestro destino?

No hay comentarios

Publicar un comentario

© its now or never
Maira Gall