Quiero decir que me perdones, por todo el daño que te haya hecho, por las dudas, la desconfianza, los celos, los momentos que te haya hecho pasarlo mal, aquellos días en que me necesitabas y yo no estaba e incluso el día que me fui, que te dejé por que necesitaba espacio.
Eres aquella persona que me da tranquilidad, seguridad, amor, que me hace ver la vida desde otra perspectiva, esa persona que me llena, me complementa, que le da luz a mis días, que me ha secado lagrimas, que me ha curado heridas.
Tu eres el sol caliente de cada día y yo como el café frío de cada mañana.
Tu bebes igual que yo y sin embargo te emborrachas mucho antes.
Odias que te griten y las personas indecisas.
Siempre intentas que me detenga ante una decisión que no me conviene.
Te gusta fumar cuando sales con tus amigos,y la cerveza bien fría.
Valoras la familia como el que adora a Maradona en el fútbol.
Aguantas lo que haga falta, por ver a tu gente sonreír.
Me haces estremecerme con solo rozarme.
Puedes decirme si estoy equivocada, todas las veces que haga falta, al igual que yo te diré todas las veces que eres un capullo y que me encantas.
Que si el mundo va en dirección recta, nosotros vamos por atajos y dando mil vueltas.
Tus ojos cambian depende de tu estado de ánimo.
Que me se todo de ti, la manera que tienes de dormir, la forma de tus ojos cuando algo te preocupa, y tu manera de fruncir el ceño.
Que sabes que no me gusta esa mala vida que llevas a ratos, que me voy a enfadar y vas a preguntarme mil veces: ''¿que te pasa amor?''.


Somos así, no lo podemos evitar.
Dos personas que son opuestas, que discuten, que hay días que se odian... pero que luego la necesidad puede con ellos, que se comen su orgullo por estar cerca el uno del otro.
Gracias por luchar por mi, por estar ahí día a día, por apoyarme, por quedarte a mi lado cuando he estado jodida, aunque no dijeras nada, por que con tu silencio me bastaba... por que hasta eso me gusta de ti.
Gracias por esas ''broncas'' donde me han abierto la mente y me han echo reflexionar.