Pero luego llegó alguien, que me enseñó que hay momentos en los que tenemos que luchar, y otros en los que debemos aceptar que hemos perdido nuestro destino. HAY QUE APRENDER A ELEGIR NUESTRAS BATALLAS, no todo puede ser motivo de discusión, hay que distinguir entre lo que es importante, y lo que no lo es, relativizar, utilizar el humor. SER FELIZ, buscando lo austero, lo que realmente llena el alma, y no la ensucia. Entonces allí, puedes sentirte satisfecho.
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