Ahí estoy, sentada frente a la nada con una taza de té en mano, pensando en lo que podríamos ser si la nada misma no se hubiese entrometido. Sabia que no seria fácil, pero nunca lo considere tan difícil. Esta ahí, en la distancia con tu orgullo por encima de todo e intentando no ir mas allá de lo que te dijeron, mientras que yo con mi corazón en mano rugo porque le des una oportunidad al tiempo y que me dejes conocerte.
¿Cuantas veces te tuve enfrente muriendo por decirte lo que esta dentro de mi pero no lo considere? ¿Cuantas veces me dije a mi misma que esto no tenia importancia? Miles fueron las veces que me miraste y me volví loca, miles fueron las veces que derrame lagrimas por dejar que todo se me fuera de las manos.
Sigo soñando con una tarde en la azotea hablando de las vueltas de la vida y siendo honestos el uno con el otro y mirándote a los ojos susurrando en mi mente: Quizás esto no se trate del final feliz, quizás se trata de la historia. Seré sincera por primera vez encontré una persona por la que vale la pena esperar, la razón para hacerlo bien esta vez.